Primer reto de 2016 superado. La formidable sierra de Artzena, una vez más, nos mostró sus más recónditos tesoros guardando exclusivas sorpresas en el camino.
La altiva peña caliza de Bachicabo se divisa perfectamente desde Barrio, un pequeño pueblo desde el cual comenzaremos nuestra ruta. Inconfundible
Para atacarla dejamos el coche un poco antes de la entrada del pueblo en un recodo donde se puede dejar el vehículo sin problemas.
Comenzamos la ascensión adentrándonos en Barrio por el camino de la izquierda en dirección a la iglesia de Santa María, desde la cual sale una pista en dirección a la montaña. El objetivo es claro, llegar el visible portillo de La Hoz, a la izquierda de nuestro reto de hoy.
Siguiendo por la pista, en un par de lazadas llegaríamos hasta el mismo portillo (de hecho lo hicimos de bajada), pero se hace bastante más largo. Para atajar es preciso abandonar la pista para tomar un camino a la izquierda que, transformado en una pequeña senda, asciende en fuerte pendiente por un túnel de vegetación para desembocar después en la pista mencionada anteriormente. Como el suelo está nevado se hace particularmente difícil seguir las trazas de senda, dándole un tono aventurero a la ruta.
A duras penas vamos avanzando entre la maleza perdiendo en ocasiones la senda. Aún así sabemos la dirección que tenemos que seguir y escogiendo los mejores trazados alcanzamos la pista que nos lleva hasta el portillo de La Hoz.
Llegamos al portillo de La Hoz. Somos los primeros.
Desde el portillo tenemos que tomar una pequeña senda que se interna en el boj rodeando por su derecha este pitón rocoso. La nieve hace de las suyas y hay que tirar de GPS, ya que las trazas de senda son difíciles de seguir.
Sabemos que tenemos que alcanzar la cresta y de vez en cuando aparecen marcas rojas que nos indican que vamos en la buena dirección.
El peso de la nieve sobre los arbustos prácticamente los tumba sobre el sendero, seguir la trocha se hace más dificultoso. Toca doblar espinazo.
Alcanzada la cresta ya sólo queda seguirla hasta llegar a la cumbre. Pero no es tan sencillo como parece. Rodeados siempre de bosque y matorral y nieve por todos lados vamos intuyendo el camino hasta alcanzar una balconada desde la cual maravillarse del entorno.
Desde aquí la senda se hace un poco más incómoda pero nos va conduciendo hasta la cima gracias a las marcas rojas que vamos descubriendo en las rocas en aquellos puntos donde la nieve nos da algo de tregua.
Finalmente coronamos el Bachicabo, donde podemos tocar la cruz que ya divisábamos desde el valle. El día acompaña a unas vistas inmensas.
Disfrutamos largamente de la cima y descendemos por el mismo sendero de subida. Esta vez es más fácil ya que nuestras huellas nos facilitan enormemente la progresión. De nuevo en el portillo de La Hoz decidimos bajar hasta el pueblo por la pista que, dando un importante rodeo, nos devuelve al punto de partida.
Una ruta preciosa que hemos gozado como niños gracias a la nieve que le daba un aspecto aún más encantador.
Datos de la ascensión:
- Distancia recorrida: 7,51 km.
- Tiempo Total: 4 horas.
- Dificultad: Fácil. No tiene complicaciones aparte de la densidad del boj en algunos tramos.
- Subida acumulada: 584 metros.
- Lo mejor: La ruta es preciosa en cualquier época del año, pero con nieve se vuelve realmente embriagadora.
- Lo peor: Seguir la senda desde la pista que traíamos del pueblo hasta el portillo de La Hoz. El boj y el bosque se cierran mucho y con nieve se hace complicado seguirla, pero el componente de aventura hasta se agradece.