Por fin una ventana de tiempo. Ni bueno ni malo. Simplemente tiempo, que vaya febrerito ha hecho por nuestros lares.
Hemos aprovechado el viento Sur para ascender a la montaña que nos quedaba por subir en los montes de Triano, el Aldape, situada entre el Pico de la Cruz y el emblemático Eretza.
La ruta parte desde el Centro de Interpretación de Peñas Negras tomando la pista de tierra que bordea todas las cumbres hasta el collado que separa el Gasteran del Gazterantz. A partir de aquí nos adentramos en un tupido bosque y hay que estar atentos al desvío que nos lleva hasta la cercana cumbre del Gazterantz, de paso hacia nuestro objetivo del día.
Tras la pertinente visita tomamos el sendero que nos lleva al Pico de la Cruz. Ya en el camino hacia esta montaña, cogemos el desvío de la izquierda que, en suave pendiente al principio y mucho más acusada después, nos llevará hasta el collado donde empieza la rampa final de ascenso al Aldape.
El cuestón asusta. Con paciencia. La subida está bastante trillada debido a que es muy demandada por trialeros y quads. De hecho hay rodadas por todas partes.
Poquito a poco nos encarama en lo alto de la loma coronando una cumbre despejada con vistas muy agradecidas hacia todas las vertientes. Destaca la cercana cumbre del Eretza.
Las vistas hacia la Sierra Salvada son preciosas.
La vuelta, por el mismo sitio, no nos vayamos a perder, con el Pico de la Cruz muy presente.
Una ruta sencilla, agradecida y con múltiples posibilidades para aquellos que quieran más “mambo”: subir al Pico de la Cruz, alargar la excursión hasta la pirámide de Sodupe, regresar por el cordal hasta el collado que separa el Alta Galdames y la Peña San Juan, etc etc etc.
Los montes de Triano nunca defraudan.