«¿Qué, vamos a cima? No, que aquí se está muy bien. Vete tú que a mi me da la risa»
Ese es el resumen de nuestra ascensión al Candina. La vista desde los ojos del diablo era tan espectacular que decidimos quedarnos ahí y nos dió pereza subir hasta la cumbre, y eso que la teníamos muy cerca.
La subida desde el Alto de Candina es sencilla y entretenida, pasando por todos los puntos que hacen del Candina una montaña espectacular: geología, flora, fauna, historia y, por supuesto, paisaje.
No será la última vez que pasemos por aquí, porque subir a esta espectacular montaña y luego poder darse un baño en las preciosas playas de Oriñón, Sonabia o Islares, bien merecen no una, sino muchas visitas.
¡Enhorabuena Josetxu! Por fin subes a la montaña que durante tantos años has contemplado desde abajo.