Un completo. Eso es lo que ha sido el Aratz. Cascadas, simas, cuevas, túneles, historia, nieve, paisaje, cimas, emoción y, por supuesto, disfrute.
Subimos desde la plataforma de sondeos petrolíferos de Zumarraundi para acabar en el pueblo de Araia. Pasamos por el túnel de San Adrián, la N-1 de la Edad Media y paso obligado para los que querían ir de Castilla a Francia, daba igual reyes o lacayos. Seguimos por las impresionantes grietas donde se acumula la nieve de Elurzuloak, visitamos algún agujerillo a ver qué encontrábamos, ascendimos tres cumbres y nos encontramos con el nacedero del Zirauntza, un precioso rincón cerca ya del lugar de destino.
Hay que añadir esta ruta a los destinos turísticos de Euskadi 😉 una gozada para los sentidos.