Hemos pillado la directa. Está visto que cuando Loren acompaña todo va miel sobre hojuelas. Una subida preciosa, muy agreste y escarpada y con una trepada final de las que dejan regustillo. Echamos en falta que durara 5 metros más para disfrutarla a tope pero todo se andará, que la zona promete.
Ahora entendemos porqué el Palomares, a pesar de no ser el más alto de la Sierra Cantabria es el más visitado: por la subida, por las vistas y porque no regala nada. Es más, si te pierdes, estás perdido.
En breve, el reportaje